Este es el momento adorable y extraordinario en el que un oso polar salvaje acaricia a un perro de trineo encadenado en las tierras salvajes de Canadá.

Los osos polares pesan entre 330 y 990 libras y pueden matar fácilmente a un perro, especialmente si está encadenado. Pero este metraje, filmado por David De Meulles de Manitoba, muestra al oso acariciando suavemente la cabeza del animal plácido.

“No tenía idea de lo que iba a pasar, y luego, efectivamente, comenzó a acariciar a ese perro, actuó como si fuera un amigo”, dijo De Meulles a CBC. Me dio la casualidad de ver un video de mi vida.

Amigos improbables: este oso polar fue visto acariciando a un perro de trineo en un centro de cría de perros del norte de Canadá. El perro de trineo resistente, que está en una cadena, parece no ser molestado por el oso.

De Meulles was taking tourists to see polar bears when they came across the dogs, chained up on the property of local man Brian Ladoon.

Ladoon breeds the rare sled dogs, which are impervious to the cold – and clearly fearless too.

At first, the bear towers over the chained animal, which placidly lies at its feet.

But then the beast reaches out tenderly with its right paw and gently – if clumsily – brings it down over the dog’s head.

It sniffs the dog, which has barely reacted, and pets it again, more confidently this time. Then it switches to its left paw and begins rubbing the dog’s head.

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Bearing it: The dog happily lets the bear pet it with both its paws – at first gingerly, but soon with smooth, gentle motions

At this point the pooch, apparently slightly irritated by its wild companion, stands up and begins to walk off – forcing the bear, which has the dog’s chain wrappedaound its front legs – to back off too.

‘I’ve known the bears to have somewhat friendly behaviour with the dogs, but for a bear to pet like a human would pet a dog is just mind-blowing,’ De Meulles said.

‘It was a beautiful sight to see, and I just can’t believe an animal that big would show that kind of heart towardaother animal.’

Ladoon le dijo a CBC que los perros, que son criados para el frío, ven el área fría como un “paraíso” y rara vez los depredadores los molestan, salvo el ataque ocasional de los lobos.

Ha habido “sustos” con los osos polares, dice, pero los perros “primitivos e intrépidos” mantienen a los desagradables osos en su lugar.

Y, al parecer, recompensa a los buenos con un poco de tiempo para jugar.

Se acabó el tiempo: finalmente, el perro parece cansarse del oso y se levanta para alejarse, lo que obliga al oso a retroceder, ya que la cadena se envuelve alrededor de sus patas delanteras.