El multimillonario Mark Cuban está sintiendo el costo de sus opiniones políticas, literalmente. Apenas horas después de respaldar a la vicepresidenta Kamala Harris en su campaña presidencial de 2024, el propietario de los Dallas Mavericks y estrella de Shark Tank vio cómo su patrimonio neto se desplomaba, cayendo en picado en la asombrosa cantidad de 2.000 millones de dólares. El respaldo, destinado a mostrar apoyo a la postura de Harris sobre la tecnología, la inteligencia artificial y la reforma de las pequeñas empresas, ha resultado ser una de las declaraciones más desastrosas desde el punto de vista financiero en la carrera de Cuban.
“El dinero no es lo importante aquí, pero 2.000 millones de dólares… ¡guau!”, dijo Cuban en una entrevista telefónica, intentando reírse de la asombrosa pérdida. “Resulta que defender lo que uno cree tiene un precio”. Aunque el multimillonario no pareció inmutarse, sus seguidores y analistas financieros son menos optimistas y ven este drástico golpe como una advertencia para cualquier otro magnate que se sienta tentado a mezclar los negocios con la política.
La debacle comenzó cuando Cuban apoyó públicamente a Harris, elogiando su comprensión de la tecnología y su compromiso con la reducción de los costos de la atención médica, cuestiones que él cree que son vitales para el futuro del país. “Ella lo entiende”, dijo Cuban en una entrevista con The Guardian. “Kamala entiende la tecnología y la inteligencia artificial de una manera que puede marcar una diferencia real para la seguridad nacional y la estabilidad empresarial”. También expresó su desaprobación de los aranceles de Donald Trump, argumentando que perjudican a las pequeñas empresas y alteran la estabilidad económica.
Sin embargo, este respaldo no sentó bien a una parte importante de sus partidarios. Los inversores vieron el cambio de Cuban como un alejamiento de su enfoque pragmático habitual, lo que desató un pánico generalizado que llevó a la rápida liquidación de acciones de las empresas de Cuban. “El respaldo de Cuban a Harris pareció demasiado politizado”, explicó un analista de Wall Street. “Los inversores no sabían qué hacer, así que se retiraron”.
Durante años, las decisiones financieras de Cuban han sido ampliamente respetadas por su enfoque en la rentabilidad y el crecimiento. Pero su incursión en la arena política con un precio de 2.000 millones de dólares ha dejado a los inversores y seguidores tambaleándose. A las pocas horas de hacerse pública su promoción, sus diversas inversiones sufrieron caídas repentinas y varios patrocinadores destacados retiraron sus participaciones.
“Confiamos en Cuban porque siempre ha sido inteligente y calculador de riesgos”, se lamentó un inversor anónimo. “¿Ahora está arriesgando miles de millones para respaldar a un político? Una cosa es tener una opinión; otra es convertirla en tu marca”. En los foros de noticias financieras, los inversores frustrados expresaron su enojo y su incredulidad, con comentarios como: “La política no paga; Cuban acaba de demostrarlo” y “No me apunté a una montaña rusa política”.
Cuando se conoció la noticia del golpe financiero de Cuban, los usuarios de las redes sociales no perdieron tiempo en opinar. Memes y hashtags como #BrokeCuban y #CubanCrash comenzaron a ser tendencia en cuestión de minutos. Twitter se llenó de reacciones que iban desde la simpatía hasta la burla directa, y un usuario bromeó: “¡Supongo que Cuban acaba de demostrar que también se puede comer a los tiburones!”. Otros aprovecharon la oportunidad para recordarle a Cuban su consejo anterior a los empresarios de “concentrarse en los números”.
Incluso los seguidores de Cuban se sintieron divididos. “Admiro su coraje”, escribió uno, “pero ¿2.000 millones de dólares sólo por apoyar a un candidato? Tal vez debería haber consultado esto primero con sus contables”. Mientras tanto, los críticos de Cuban se apresuraron a calificar la situación de “caída financiera de proporciones épicas”, sugiriendo en broma que se postulara para participar en Shark Tank como concursante para presentar su última estrategia para recuperar el apoyo político.
A pesar de la abrumadora reacción negativa, Cuban se mantiene desafiante. En una declaración publicada en sus redes sociales, reiteró su apoyo a Harris y aseguró a sus seguidores que resistirá la tormenta financiera. “Si defender lo que creo me cuesta 2.000 millones de dólares, que así sea”, escribió. “No se trata de dinero, se trata del futuro que estamos construyendo”.
Como era de esperar, la publicación de Cuban no sirvió para tranquilizar a los desconcertados inversores. “Puede que a él no le importen 2.000 millones de dólares, pero a nosotros sí”, tuiteó un accionista descontento. “Si Cuban está dispuesto a apostar miles de millones en política, ¿qué más está dispuesto a arriesgar?”. La postura de Cuban, aunque basada en principios, ha hecho que algunos cuestionen su compromiso con la seguridad financiera que ha predicado durante mucho tiempo a los aspirantes a empresarios.
La noticia de la pérdida de Cuban se difundió rápidamente entre el mundo de las celebridades, con reacciones que iban desde el apoyo hasta el ridículo moderado. Su colega multimillonario Elon Musk publicó un tuit críptico: “Tal vez haya una lección aquí, Mark: los cohetes no hacen política”. Jeff Bezos, por su parte, se mantuvo en silencio, y fuentes sugirieron que está “feliz de mirar desde la barrera”.
Sin embargo, no todas las respuestas fueron críticas. La superestrella del pop Taylor Swift, otra partidaria de Harris, publicó en Instagram: “El dinero no puede comprar la integridad. Estoy orgulloso de ti, Mark”. De manera similar, el actor de Hollywood Mark Ruffalo elogió la postura de Cuban y escribió: “El precio puede ser alto, pero los valores no tienen precio”.
Para muchos analistas financieros, la verdadera pregunta ahora es si la reputación de Cuban (y su patrimonio neto) podrán recuperarse de esta inesperada maniobra política. Mientras algunos sostienen que el historial de Cuban habla por sí solo y que se recuperará, otros son escépticos. “El mundo financiero tiene una memoria muy larga”, señaló un analista. “Los inversores se lo van a pensar dos veces antes de confiar en alguien que está dispuesto a perder miles de millones por una declaración política”.
El apoyo también ha suscitado preguntas más amplias sobre el lugar de la política en el mundo de los negocios. La ganancia de 2.000 millones de dólares de Cuban podría servir como una dura advertencia para otros multimillonarios que puedan sentirse tentados a poner su peso financiero en apoyo de causas políticas. “La gente puede admirar la postura de Cuban”, dijo un columnista financiero, “pero el dinero no tiene lealtad política. El hecho de que Cuban crea en un candidato no significa que sus inversores vayan a seguir su ejemplo”.
Ahora que se enfrenta a un importante golpe financiero, los próximos pasos de Cuban serán cruciales. ¿Redoblará su apoyo a Harris y se arriesgará a alejar a más inversores, o volverá a adoptar un enfoque centrado en los negocios en un intento de recuperar su confianza? Hasta ahora, Cuban parece imperturbable, y fuentes cercanas a él afirman que ya está trabajando en estrategias para recuperarse de la pérdida de 2.000 millones de dólares.
Pero Cuban, conocido por su tenacidad, parece no estar dispuesto a renunciar a su postura pública. “No llegué a donde estoy jugando a lo seguro”, dijo a los periodistas. “Llegué aquí siguiendo mis instintos, y no voy a cambiar eso ahora. Si eso significa recibir un golpe, puedo recibirlo. Lo que importa es que creo en Kamala Harris y en lo que ella representa”.
Sólo el tiempo dirá si la última apuesta de Cuban dará sus frutos o servirá como advertencia duradera. Por ahora, el multimillonario parece haber perdido 2.000 millones de dólares, pero ha aumentado en condenas, aunque algunos de sus inversores no estén convencidos.